Los asesores fiscales deberán informar de prácticas sospechosas de elusión.

La Unión Europea aprieta otra tuerca sobre la elusión y la evasión fiscal y amplía las obligaciones de un buen número de profesionales. A partir de 2020, todo aquel que entre en la categoría de “intermediario” fiscal estará obligado a reportar estructuras fiscales que utilicen filiales y empresas en varios países y que sean sospechosas de ser utilizadas para reducir de forma agresiva el pago de impuestos. De lo contrario se le aplicarán sanciones. Esta información irá a una base de datos centralizada a la que tendrán acceso las administraciones tributarias de los 28 Estados Miembros de la UE. 

Prácticas bajo sospecha:

1 Utilización de empresas o estructuras en jurisdicciones fiscales que ofrezcan tipos cero o casi cero para el impuesto de sociedades sociedades

2 Cuando una firma cobre como comisión un porcentaje de los impuestos que se vaya a ahorrar (aunque sea legalmente) las empresas que encargan el plan.

3 Asesoramiento sobre planificación fiscal que haya sido estandarizada y se aplique a varios clientes sin necesidad de adaptación personalizada.

3 Conversión de ingresos o capital en productos o pagos no sujetos a intercambio automático de información entre las autoridades tributarias.

4 Uso de compañías, entidades, cuentas , productos o inversiones no cubiertos por las normas de la UE o por los acuerdos de intercambio automático de información.

5 Estructuras fiscales que incluyan acuerdo de confidencialidad o que incluyan pagos que reciben una exención fiscal completa en la jurisdicción donde deben ser gravados.

6 Acuerdos que usan pérdidas para reducir las obligaciones fiscales y utilización de compañías vinculadas o entidades sin actividad real o con transacciones circulares.

7 Exención de doble imposición sobre el mismo ingreso o capital en más de una jurisdicción y uso de jurisdicciones con legislación laxa contra el blanqueo de dinero.

(Fuente Expansión)